Como hemos repetido en varias ocasiones, Vázquez-Figueroa no defrauda. Creo que aún no he encontrado ningún libro suyo que no me haya gustado. Leí en una ocasión que Stephen King hacía una analogía gastronómica con su obra, diciendo que era a la literatura lo que McDonalds a la gastronomía. Comida rápida, que te gusta, te llena la tripa, y no piensas más en ella una vez que te la has comido.
En este juego de comparaciones, para mí Vázquez-Figueroa sería un bistec. No es algo muy sofisticado, pero siempre es una apuesta segura. Sabes que te va a gustar antes de comértelo. Puede estar más hecho o menos hecho, más jugoso o menos, y mas o menos grande. Pero un filete es un filete.
Pero bueno, vamos a la historia. Viracocha nos cuenta la historia de un soldado español, Alfonso de Molina, que formaba parte de los «Trece de la fama» que desembarcaron con Pizarro en Perú. Debido a su habilidad con los idiomas, se le encarga entablar contacto con los nativos del Imperio Inca para conocer sus constumbres, de cara a una conquista posterior. Alfonso confraternizará con los incas, pero rápidamente se verá envuelto en una cruenta guerra civil, entre el rey-dios Inca Húascar, y su hermano Atahualpa, enfrentados en una guerra fraticida por el trono del imperio.
Alfonso es visto por los incas como un semidios, o quizá un enviado de los dioses. No lo tienen muy claro, pero desde luego es alquien especial, y con grandes poderes. Un poderoso aliado para cualquiera de las facciones incas. No sólo por su valor militar, gracias a ltubo de truenos que mata distancia, sino por su gran valor propagandístico («el gran dios Viracocha se pone del lado de Atahualpa», por ejemplo).
Alfonso/Viracocha ira pasando de una facción a otra de un modo constante, más bien como un títere llevado por las corrientes que de un modo interesado. Mientras tanto, irá conociendo el pueblo y las costumbres, y aprenderá a amarlo y a respetarlo.
Viracocha es una novela de contrastes, lo nuevo y lo viejo, dos civilizaciones con muy distintas costumbres, considerándose bárbaros los unos a los otros. En este aspecto me recordó mucho a Shogun.
El personaje de Alfonso de Molina existió realmente, junto con el resto de los protagonistas de la novela. Fue un lexicógrafo español que escribió el primer diccionario impreso en el nuevo mundo.
Muy interesante y entretenida. Es una novela bastante recomendable, y muy ligerita de leer.
Es mi libro favorito porque habla de mi pais, con ese libro me impresiono. habia leido promero Tuareg, pero con Viracocha me conquisto.
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Debo confesar que nunca había oído hablar de él….habrá que empezar a googlear y a leer nuevos libros 😉
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Este me gustó bastante, aunque yo si me he leido un libro de este escritor que no me gustó demasiado: «Un mundo Perfecto».
Saludotes
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¿Ese es el de los viejos/ricos inmortales?
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Lo de inmortales no recuerdo, pero son un grupo de multi millonarios, que contratan a un tipo para intentar «apañar el mundo». La verdad es que se me hizo bastante insulso y aburrido.
Saludotes
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