RESEÑA: Crónica del rey pasmado, de Gonzalo Torrente Ballester

  

 

Crónica del rey pasmado, de Gonzalo Torrente Ballester.

(ver Leyendo-Ficha técnica)

Afortunadamente vuelvo a reseñar un libro que me gustó. Me da mucha pena cuando no es así porque, además de que siento que he perdido el tiempo, siempre me entristece que no me guste una lectura que he escogido entre otras muchas, eligiéndola con ilusión.

En este caso, tal y como os dije en la post “Leyendo..” el argumento es bastante peregrino. Felipe IV rey de España, casado con Isabel de Borbón desde su infancia, a la edad de 20 años tiene un curioso deseo: “Ver desnuda a su esposa”

Esto que puede parecer la cosa más anodina, llega a convertirse en cuestión de estado. ¿Por qué?. Fácil: Quién realmente mandaba en España era la Santa Inquisición y todo tipo de curas y frailes de distintas órdenes para los que hasta respirar era pecado y, por supuesto, todo lo relativo al sexo sin intención de procrear. Las mujeres de la época (sobre todos las de la nobleza) tenían unos curiosos y castos camisones, con la abertura adecuada para no tener que quitárselos en los momentos en que “recibían” a sus maridos, pues, por supuesto, no dormían juntos.

El libro no trata de nada más. La historia sucede en pocos días y todo son maquinaciones por demostrar quién es el más poderoso. En seguida se forman dos bandos, los que quieren que el rey y la reina yazgan desnudos y los que quieren impedirlo a toda costa. Y el pueblo, que mira como se pelean en la cumbre, pero que en el fondo entiende muy bien a su rey.

Un detalle que me hizo mucha gracia, fue el de un fraile franciscano que hablaba casi todas las noches con el diablo. De tú a tú. Pero eso no escandaliza a la curia ni a la Santa. Ver para creer. Y lo peor es que, aunque este relato no sea cierto, es perfectamente verosímil.

Gabino Diego es Felipe IV, el rey pasmado.

Esta historia ha sido llevada al cine en 1991 por Imanol Uribe, teniendo como protagonista a Gabino Diego en el papel de Felipe IV, a Javier Gurruchaga como el valido Conde Duque de Olivares, a Fernando Fernán Gómez en el papel del Gran Inquisidor y a Juan Diego como el padre Villaescusa, principal opositor al deseo del rey.

Además de que es una buena historia, tanto el director como el gran elenco de actores, a mi parecer tan bien escogidos, hace que la película prometa.

En definitiva me ha parecido un buen libro, ameno, gracioso, entretenido… Incluso ha hecho que me apetezca ver la película.