La denuncia de la dependienta de una floristería sobre un allanamiento sin robo en el local y la de un repartidor de gas de la desaparición de unos de sus clientes, un hombre mayor, solitario y de costumbres arraigadas, son los dos primeros casos que se encuentra el detective Kurt Wallander al regreso de sus vacaciones en Roma con su padre.
Ambos parecen poco importantes, pero Wallander ve en la cara del repartidor de gas una seria preocupación y algo le dice que puede ser algo más que una desaparición, y está en lo cierto pues el hombre aparece muerto (asesinado) en el fondo de un foso de su finca, atravesado por unas largas estacas de bambú. Continuar leyendo «RESEÑA: La quinta mujer, de Henning Mankell»