RESEÑA: El caso del canario cojo, de Erle Stanley Gardner

El caso del canario cojo, de Erle S. Gardner

(Ver Leyendo-Ficha técnica)

Perry Mason está en su despacho preparando unas merecidas vacaciones junto con su secretaria, cuando aparece, arrolladora, una joven, Rita Swaine, que le quiere contratar. Su novio está implicado como testigo en un accidente de coche, pero el problema es que estaba en el lugar que no debía: En casa de la hermana de la joven.

Antes que novio suyo, lo había sido de su hermana y ésta está inmersa en un divorcio complicado. Su cuñado es muy celoso y malvado y seguro que lo utilizará en contra de su hermana, por eso no quiere que se entere de que estuvo en la casa. Pero además del accidente y su actuación como testigo, está la cotilla de la vecina que les ha visto por la ventana y sabe que le va a delatar.

Hasta aquí todo parece muy superficial, un vulgar caso de divorcio. De hecho Perry Mason no quiere aceptar el caso, pues él es un abogado criminalista, pero hay un detalle que le inquieta y por el que decide aceptar: la joven ha entrado en su despacho con una jaula que contiene un canario. Un canario que cojea por unas uñas mal cortadas.

Los acontecimiento se precipitan y Rita Swaine es acusada del homicidio de su cuñado. Aunque todo apunta hacia ella, Perry Mason la considera inocente y esto le obligará a llegar al fondo del asunto, tropezándose con unos delincuentes que tienen el deseo de hacerse millonarios rápidamente. Pero no es fácil desenmascarar al cerebro de la intriga y esta es la labor que se impone nuestro detective. Y como os imaginaréis, con éxito y de un modo muy espectacular.

Aunque leo muchas novelas policíacas, hacía mucho que no leía una que además incluyera actuaciones judiciales. Una novela fácil de leer, escrita con un estilo desenfadado y nada complicado. Lo que no quiere decir que la novela no sea buena, por el contrario me ha gustado mucho (le he dado tres antifaces, pero que realmente son 3 y medio) y además, no he podido descubrir al sospechoso hasta que lo hace el propio Perry Mason y, teniendo en cuenta que he leído muchísimas novelas de este tipo, me considero una experta en detectar sospechosos. Os la recomiendo, ésta o cualquier otra aventura de este abogado/detective, sobre todo para leer cuando no apetece meterse en nada más profundo. ¿Es una novela negra?, quizá, pero su brevedad hace que la trama no se enrede nada más que lo justo. Nada que ver con otros autores de auténtica novela negra como la Sra. Christie ni, por supuesto, como Stieg Larsson.

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El caso del canario cojo, de Erle S. Gardner

Parece ser que este libro es el número 11 de las aventuras del detective Perry Mason (en algún lugar lo he leído) . Voy a empezar la lectura de uno de los casos que sólo este genial abogado es capaz de resolver y que, como es normal, deja a los investigadores de la policía a la altura del betún.

Una cosa que me resulta muy curiosa de los libros de Perry Mason son los títulos: “El caso de…” al menos los que yo conozco.

Las novelas de detectives, policíacas, abogados, la novela negra en general, es uno de mis géneros preferidos. De este abogado sólo he leído otro libro que guardo en mis estantes: “El caso de la novia curiosa”, pero de esto hace muchos años (treinta y tantos) y lo cierto es que no recuerdo nada, por lo que, para el caso, es como si fuera mi primera novela del Sr. Mason.

Este ejemplar que voy a leer es una de mis antiguas adquisiciones en la Cuesta Moyano por sólo 1 €. No tiene cubierta, por eso los datos de la ficha técnica sí son los que le corresponden, pero la foto con que abro esta reseña no lo es. No encontré demasiadas fotos de esta novela en Internet así es que cogí la que tenía un tamaño más adecuado, pero no se corresponde con la edición de Círculo de Lectores que es la que voy a leer.

Después de aclarar este pequeño detalle inicio su lectura y os convoco en pocos días, a los que queráis, para compartir con vosotros la reseña.

(Ver reseña)

FICHA TÉCNICA

Título: El caso del canario cojo
Autor: Gadner, Erle Stanley
Título original: The Case of the Lame Canary
Traductor: Eduardo Macho-Quevedo
Tema: Novela negra, policíaca
Editorial: Círculo de Lectores
ISBN: 84-226-3829-0
Páginas: 206
Encuadernación: Tapa dura
Año de edición: 1991
Edición original:

EFEMÉRIDES LITERARIAS DEL MES DE JULIO

Julio

En el mes de julio, además de mucho calor, encontramos también muchas efemérides literarias, algunas tan curiosas como la publicación del primer libro en esperanto el 26 de julio de 1887.

También es importante la Creación de la Academia Brasileña de Letras, primera de esta clase en América del Sur, el 19 de julio de 1897.

El 24 de julio de 1987 se celebraría en Varsovia un Consejo Universal de Esperantistas, para conmemorar el primer centenario de esta lengua.

Además nos encontramos con las efemérides habituales de todos los meses, los nacimientos y las defunciones de nuestros literatos más importantes.

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ERLE STANLEY GARDNER: Biografía

Erle Stanley Gardner

Erle Stanley Gardner, nació en Massachusset, el 17 de julio de 1889, hace ahora 120 años.

Su padre quería que se hiciera abogado, de modo que comenzó a trabajar en una gestoría legal en Willows, y mientras trabajaba de mecanógrafo, estudió la carrera de derecho. Después se estableció por cuenta, pero el negocio era deficitario, ya que aceptaba en numerosas ocasiones, la causa de inmigrantes chinos y mejicanos sin recursos, lo que le hizo muy popular pero no muy rico. En 1921, casado y con un hijo, se pone a escribir historias policiales, o «de detectives», que envía a algunas revistas para mejorar su situación financiera. Estas revistas se conocían como pulps y eran muy populares en la época, como Breezy Stories Argosy y sobre todo Black Mask, de la que fue uno de los autores más asiduos.

En 1924 ya había publicado nueve relatos cortos y tres novelillas en las revistas. Llegó a escribir cerca una novela corta cada tres noches mientras trabajaba como abogado.

Sus novelas destacan por su acción y sus ingeniosas revelaciones legales transformando la vida de la abogacía en una apasionante profesión. Así nacieron más de cien relatos policíacos con la diferencia innovadora con relación a las historias de la época, de que sus protagonistas eran atrevidos e inteligentes abogados y no solamente policías y ladrones.

De estilo realista y vigoroso, la mayoría de sus libros tienen como protagonista a Perry Mason, su personaje más célebre, un abogado peculiar que sólo acepta clientes inocentes. Este abogado apareció por primera vez en 1933 en la novela “El caso de las garras de terciopelo” y su popularidad se hizo universal cuando fue llevado a la serie televisiva, con Raymond Burr como protagonista. Perry Mason siempre ganó los casos en los que se inmiscuyó, excepto una vez (El caso de la mecanógrafa aterrorizada).

 

Raymond Burr en el papel de Perry Mason

Sus narraciones son muy efectistas y en ellas se sirve de sus conocimientos de derecho para construir casos, en los que podía lucirse Perry Mason con una brillante exposición en la que demuestra la inocencia del acusado. Así podía disfrutar de la única parte de la abogacía que realmente le gustaba: los juicios penales, y el desarrollo de la estrategia a seguir en un juicio. El nombre «Perry Mason» data de la infancia de su creador, cuando leía la revista Youth’s Companion, publicada por la Perry Mason Company, y cuando creó a su abogado de ficción, pensó que sería un buen nombre para él.

A lo largo de su carrera de escritor usó muchos seudónimos: Charles M. Green, A.A Fair, Carleton Kendrake, Charles J. Kenny… etc, práctica muy habitual en la época pues era una manera de publicar más relatos y ganar más dinero.

Publicó más de setecientas narraciones, incluyendo 127 novelas y aunque parezca mentira sólo 82 de ellas eran del abogado Perry Mason. Creó también otros personajes literarios, siempre abogados o fiscales, pero ninguno tan popular como Mason. En 1961 fue nombrado, por los miembros de la  MWA (Asociación de Escritores de Misterio de América), Gran Maestro del Misterio.


Más que como un arte, trató la producción de sus libros como si fuera una industria y utilizaba métodos que se parecían a una cadena de producción. Mantenía una plantilla de secretarias a tiempo completo para que escribieran sus libros, que las dictaba utilizando, a veces, una grabadora.

Stanley Gardner con dos de sus secretarias
Stanley Gardner con dos de sus secretarias

Todas sus novelas son bastante parecidas en cuanto a estructura narrativa, pero todas ellas son capaces de enganchar al lector y siempre se han mantenido en las listas de novelas más leídas. El último año de su vida consiguió vender 135 millones de copias de sus libros impresas en Estados Unidos.

Nunca abandonó totalmente la práctica de la abogacía y se dedicó además, al proyecto llamado «la Corte del último recurso». Con este proyecto buscaba revisar los posibles errores del sistema judicial, mala representación legal, vicios y malas prácticas por parte de fiscales y cuerpos policiales, que hubieran afectado a personas inocentes, que habían sido condenadas. También investigaba sobre posibles errores de medicina forense. A este proyecto le dedicó miles de horas junto con sus amigos y colegas del medio forense y criminalístico.

Gardner tenía una asombrosa capacidad de trabajo y afán de superación, era deportista, fotógrafo, amante de la fauna, y un viajero constante, que hablaba el chino corrientemente, explorador, abogado, criminólogo amateur y tenía un profundo conocimiento de geología, arqueología, ingenieria, astronomía, medicina forense, historia natural, y zoología marina.

Falleció el 11 de marzo de 1970. Fue incinerado, y sus cenizas se dispersaron por la Baja California.

 

Otras efemérides de la semana:

Esta semana se conmemoran asimismo los nacimientos de Wole Soyinka (13 julio 1934), escritor nigeriano, premio Nobel de Literatura en 1986 y primer escritor africano que lo recibe; de William Makepeace Thackeray (18 julio 1811), escritor satírico británico, autor del libro “La feria de las vanidades”, considerada su obra maestra, publicada por entregas en 1847 y luego en formato libro en 1848 y llevada también al cine en distintas ocasiones, de Ramón de Mesonero Romanos (19 julio 1803), literato español, destacó como escritor costumbrista, sobre todo en la pintura de gentes, lugares y ambientes de Madrid.

También recordamos los fallecimientos de Jacinto Benavente (14 de julio 1954), dramaturgo español, premio Nobel de Literatura en 1922, prolífico escritor, autor entre otras obras de “Los intereses creados”, probablemente su mejor obra; o de Rosalía de Castro (15 julio 1885), poetisa española, autora de la obra “Follas novas”, última colección de poemas en gallego y que contiene su modo de ver la vida, su esencia vital y su mensaje de denuncia social, de Heinrich Böll (16 julio 1985), escritor alemán, premio Nobel de Literatura en 1972, de Nicolás Guillén (16 julio 1989), poeta cubano, autor del conocido poema «Soldadito Boliviano» dirigido al soldado que mató a Ernesto “Che” Guevara, musicalizado por Paco Ibáñez, y de Curzio Malaparte Falconi (19 julio 1957), de nombre real Kurt Erich Suckert, periodista, dramaturgo, escritor italiano de relato corto, autor de “Kaputt”, considerada una de sus mejores obras.

HOWARD PHILLIPS LOVECRAFT: Biografía

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Hoy 15 de marzo, se cumplen 72 años de la muerte de H.P. Lovecraft, uno de los más reconocidos escritores de novelas de horror, por lo que queremos rendirle un pequeño homenaje recordándole en este espacio.

Nació en Providence, Rhode Island, el 20 de agosto de 1890 y murió, también en Providence,el 15 de marzo de 1937. Fue un importante escritor estadounidense, autor de novelas y relatos de terror y ciencia-ficción.

Niño prodigio, recitaba poesía a los dos años, leía a los tres y empezó a escribir a los seis o siete años de edad, a pesar de no asistir al colegio hasta los ocho años y de abandonarlo poco después. Uno de los géneros que más le apasionó en su infancia fue el de las novelas policíacas, llevándolo incluso a formar la «Agencia de detectives de Providence» a la edad de 13 años. A los quince creó su primera obra, La bestia en la cueva, imitación de los cuentos de horror góticos.

Su abuelo materno lo alentaba a la lectura, y siendo ésta una de sus aficiones favoritas, no tardó en descubrir la inmensa biblioteca de su abuelo. Esto ayudó a que su imaginación se desarrollase rápidamente en comparación con el resto de los chicos de su edad, produciéndole una falta de adaptación con éstos. Cuando ellos querían jugar con espadas o a juegos fundamentalmente físicos, él prefería llevar a cabo entretenimientos más pausados e imaginativos, como representaciones históricas.

Dagon fue su primer trabajo publicado de forma profesional, apareciendo en Weird Tales en 1923. Sobre esta época, comenzó a formarse una enorme red de admiradores, entre los que se encontraban Robert Bloch, Clark Ashton Smith y Robert E. Howard, creador este último de Conan el Bárbaro

Se le considera un gran innovador del cuento de terror, al que aportó una mitología propia (los mitos de Cthulhu), desarrollada en colaboración con otros autores y aún vigente.

Su obra constituye un clásico del terror cósmico materialista, una corriente que se aparta de la temática tradicional del terror sobrenatural (satanismo, fantasmas), incorporando elementos de ciencia ficción (razas alienígenas, viajes en el tiempo, existencia de otras dimensiones). Cultivó también la poesía, el ensayo y la literatura epistolar.

Otras efemérides de esta semana:
Esta semana se han producido otras no menos importantes efemérides literarias como, por ejemplo, el nacimiento de Leandro Fernández de Moratín (10-03-1734),  Pedro Antonio de Alarcón (10-03-1833), Ramón Menéndez Pidal (13-03-1869), Baltasar Porcel (14-03-1937), o Blas de Otero (15-03-1916), y la muerte de Charles Bukowsky (9-03-1994) o de Erle Stanley Gardner (11-03-1970).

 

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