CHRISTINE NÖSTLINGER: Biografía

Christine Nöstlinger

Christine Nöstlinger, escritora austríaca, una de las autoras de literatura infantil y juvenil más destacadas de la lengua alemana, nació el 13 de octubre de 1936 en la ciudad de Viena, en el seno de una familia humilde y antifascista, de padre relojero y madre maestra.

En Viena estudió Bellas Artes cuando acabó el bachillerato y dedicó toda su atención e interés a la pintura. De hecho su primer trabajo fue un libro de dibujos para niños, “Federica la pelirroja”, pero quiso la fortuna que se le ocurriera añadir un texto a estos dibujos, con tal acogida de público y crítica que, a pesar de su inicial frustración, se inició en este momento una exitosa carrera literaria.

Trabajaba entonces como dibujante publicitaria, pero comenzó a colaborar con periódicos y programas de radio austriacos donde, siempre dirigido al mundo de los niños, hablaba de temas como el racismo o la discriminación. Su trabajo la puso en contacto con escritores y editoriales que, considerando el valor de su trabajo, la animaron para que escribiera libros infantiles. Continuar leyendo «CHRISTINE NÖSTLINGER: Biografía»

LEYENDO: El pequeño Nicolás, de René Goscinny

El pequeño Nicolas

Esta vez va a ser un libro ligerito que ha aterrizado en mi librería procedente de los desechos de la librería de alguno de mis hijos. Ya sabéis que rescato todos aquellos libros de los que ellos se quieren deshacer y mi sección infanto-juvenil es bastante importante ya.

Este libro lo tengo también en versión original, pero voy a leerlo en español porque mi francés está un poquito oxidado. Aunque quizá, al ser para niños, no sea demasiado dificil de entender. Bueno, lo dejaré para otro momento.

De este libro sólo sé a mis hijos les gustó, pero hace taaaaaanto tiempo de eso… Un detalle importante a tener en cuenta es el autor del libro, René Goscinny, autor asímismo de Asterix el galo y Lucky Luke, carta de presentación lo suficientemente valiosa.

Después de esta disertación, empiezo con mi lectura. Nos vemos leemos en breve.

(ver reseña)

FICHA TÉCNICA

Título: El pequeño Nicolás
Autor: Goscinny, René
Título original: Le petit Nicolás
Traductor: Esther Benítez
Tema: Infantil-Juvenil
Editorial: Círculo de Lectores
ISBN: 84-226-2780-9

Paginas: 152
Año Edición: 1989
Edición original: 1960

GLORIA FUERTES: Biografía

Gloria Fuertes murió el 27 de noviembre de 1998
Gloria Fuertes murió el 27 de noviembre de 1998

Hace 11 años, el día 27 de noviembre de 1998, moría víctima de una grave enfermedad la poeta (que no poetisa) española Gloria Fuertes.

He de decir que nunca me ha gustado su obra, pero el reconocimiento general del que goza creo que merece que le dedique este espacio. Que no me guste a mí no quiere decir que no sea una importante figura de nuestro panorama literario.

Gloria nació en el castizo y modesto barrio de Lavapiés, en el Madrid antiguo, el 28 de julio de 1917. De familia humilde, su madre era costurera y su padre bedel. De los 2 a los 14 años asiste a diversos colegios. A los 14 años se matriculó en el Instituto de Educación Profesional de la Mujer, donde obtuvo diplomas de Taquigrafía y Mecanografía, Gramática y Literatura así como en Higiene y Puericultura, aunque sus aficiones eran muy diferentes a las propias de las mujeres de su época, sin embargo su interés por la literatura comenzó a la temprana edad de cinco años, cuando ya escribía y dibujaba sus propios cuentos.

Cuando cuenta con 17 años, fallece su madre y empieza a trabajar como contable en una fábrica, donde comienza a escribir poemas. Ya adulta, estudia Biblioteconomía e Inglés en el International Institute y organizó la primera biblioteca Infantil Ambulante para pequeños pueblos.

En el año 1961 viaja a los Estados Unidos al obtener una beca Fullbright de Literatura Española, e imparte clases de literatura y español para americanos en varias universidades. Como ella misma comentaría después: «La primera vez que entré en una universidad fue para dar clases en ella». Siempre se definió como autodidacta y poéticamente desescolarizada.

Su trabajo se vió pronto reconocido obteniendo en 1947 el 1º premio de «Letras para canciones» de Radio Nacional de España. Seguiría cosechando galardones como la primera mención del concurso Lírica Hispana, de Caracas, con su obra «Todo asusta», el Premio Guipúzcoa de poesía con «Ni tiro, ni veneno, ni navaja» o el Premio Lazarillo con «Cangura para todo».

También le concedieron el Diploma de Honor del Premio Internacional Andersen para Literatura Infantil y una Beca March para Literatura Infantil, que le permite dedicarse por entero a la literatura.

En los años setenta realizó algunas intervenciones en espacios infantiles de televisión como «Un globo, dos globos, tres globos» y «La cometa blanca». Esto la daría gran fama entre el público más pequeño.

Desde este momento empezaría una actividad incansable realizando lecturas, recitales, recibiendo homenajes… siempre cerca de los niños,  publicando continuamente, tanto poesía infantil como de adultos.

Tuvo siempre muy clara su afición empezando a escribir versos a los catorce años, a los quince los leía en Radio España de Madrid y a los diecisiete dio forma a su primer libro de poemas, «Isla ignorada», que sería publicado en 1950.

Fue redactora de la Revista Infantil «Maravillas», donde publicó semanalmente cuentos, historietas y poesía para niños. También escribió para el suplemento infantil del diario Arriba, en el que publicó las historietas de Coletas y Pelines, una niña y un niño, que se hicieron muy populares entre los pequeños y colaboró en la revista femenina «Chicas» donde publicó cuentos de humor. Al mismo tiempo estrenó varias obras suyas de teatro infantil y poemas escenificados en varios teatros, cafés y bares de Madrid.

Muchas localidades españolas la honran dando su nombre a una calle.
Muchas localidades españolas la honran dando su nombre a una calle.

Su obra está impregnada de un humor y una ironía con la que trata temas tan usuales, tan importantes, tan corrientes y tan universales como el dolor, el amor, la soledad o la muerte.

Vivió la Guerra Civil y esto la marcó profundamente, llenando su poesía de antibelicismo y protesta contra lo más absurdo de nuestra civilización, pero siempre la adornó con metáforas y juegos lingüísticos llenos de encanto y sencillez, que hacen tan cercana su poesía. Fue una de las primeras voces de la poesía femenina de la posguerra y supo armonizar su amor por los niños con su amor por la vida y la paz denunciando la injusticia social, el desamor, el dolor y la opresión pero, todo ello, con su humor peculiar.

Como ocurre con muchos artistas su figura y su obra fue más apreciada y estudiada en el extranjero que en España.

De su vida privada, su infancia y su familia se sabe poco más, pues la escritora siempre ha contribuido a crear confusión alrededor de ella para proteger celosamente su intimidad.

Falleció el 27 de noviembre de 1998, víctima de un cáncer de pulmón, en Madrid.

Su pueblo también quiso rendirle un homenaje colocando una placa en la calle en que vivió y murió.
Su pueblo también quiso homenajearla, además de con una calle con su nombre, colocando una placa en la fachada de la casa en que vivió y murió: Alberto Alcocer número 42.

 

 

OTRAS EFEMÉRIDES DE LA SEMANA

NACIMIENTOS

Alfonso X El Sabio (23 de noviembre de 1221), Rey de Castilla y de León, promotor cultural y escritor español, dejó una abundante obra escrita, tanto literaria como histórica y científica.

Arturo Pérez-Reverte (24 de noviembre de 1951), novelista y periodista español, miembro de la Real Academia Española, creador entre otros muchos personajes, del famoso y aguerrido capitán Alatriste.

Félix Lope de Vega (25 de noviembre de 1562), dramaturgo y uno de los poetas más importantes del Siglo de Oro español.

Alberto Moravia, pseudónimo de Alberto Pincherle, (28 de noviembre de 1907) escritor y periodista italiano, político parlamentario europeo, autor de “Los indiferentes”.

William Blake (28 de noviembre de 1757), místico, poeta y grabador inglés y a criterio de muchos, el mayor artista que Gran Bretaña ha producido

Alonso de Ercilla y Zúñiga (29 de noviembre de 1594), poeta español autor de «La Araucana” el primer gran poema épico dedicado a la conquista de América y el mejor en lengua castellana.

Louise May Alcott (29 de noviembre de 1832), escritora estadounidense, autora de la inolvidable novela “Mujercitas.

Joan Oliver, Pere Quart (29 de noviembre de 1899), considerado uno de los poetas y dramaturgos más importantes de la literatura catalana.

Clive Staples Lewis (29 de noviembre de 1898), escritor y académico irlandés creador de las «Crónicas de Narnia», celebrada saga de relatos infantiles.

FALLECIMIENTOS:

Roald Dahl (23 de noviembre de 1990), narrador británico de ascendencia noruega, novelista, escritor de cuentos para niños y guionista de cine, conocido especialmente por sus obras infantiles y juveniles como “Charlie y la fábrica de chocolate”, “James y el melocotón gigante”, “Matilda” y “Los Gremlins”.

Quinto Horacio Flaco (27 de noviembre de 8 a.c.) rincipal poeta lírico y satírico latino.

Alejandro Dumas, hijo (27 de noviembre de 1895), escritor francés autor de la novela romántica por excelencia, “La dama de las camelias”.

Washington Irving (28 de noviembre de 1859), escritor norteamericano reconocido entre los grandes maestros de la literatura universal. El primer autor americano que utiliza la literatura para hacer reír y caricaturizar la realidad.

Ángel Ganivet (29 de noviembre de 1898), ensayista, novelista y diplomático español, considerado precursor simbólico de la Generación del 98.

Nuestras bibliotecas: La hija del Bibliófilo

NOTA DE CÉSAR: Viendo que @scen en su artículo sobre su biblioteca incluye los libros de la biblioteca de su hija, no puedo ser menos y añadir un anexo a mi propia entrada mencionando los libros que tiene mi pequeña en su biblioteca infantil. Perdonadme que escriba yo en su lugar, porque tiene dos años y medio y aun no sabe escribir bien a máquina. Ella me va dictando y yo voy transcribiendo.

Bueno, en primer lugar me presento a la blogosfera. Soy La hija del Bibliófilo (evidentemente no me llamo así, es mi nombre de guerra), y comienzo mi andadura en este blog presentando mi colección de libros y cuentos. A pesar de mi corta edad, soy toda una devoralibros… literalmente. Algunos me los como porque están tan ricos (bueno, ya no, que me hago mayor), pero también me gusta leerlos y que me los lean. Uno de mis pasatiempos preferidos con los libros es poner a leer a mis muñecos. Los siento en fila y les doy un libro a cada uno, y luego comentamos sobre que les ha parecido la lectura. En fin, que me voy por los cerros de Úbeda.

Aun no tengo muchos libros (aunque confío en heredar la colección de mis padres, mwahahahaha), pero sí empieza a ser ya una interesante colección. De pequeña comencé a utilizar libros de tela de esos blanditos, pero pronto me di cuenta que eran para bebés, y que yo necesitaba nuevos retos intelectuales. Los cuentos del tren chu-chu, el cohecito lito y el barquito miguelito fueron todo un descubrimiento para mí. Colores brillantes, grandes imágenes, historias que cambiaban según me los contaban mi padre o mi madre… una pasada.

He aquí mi biblioteca.
He aquí mi biblioteca.

Tengo un montón de cuentos adecuados para mi edad, que los disfruto enormemente, pero también mi colección va creciendo con fines futuros, ya que también tengo libros infantiles y juveniles para que no me encuentre sin lectura en ninguna etapa de mi desarrollo. Esto lo inició mi padre, instaurando la tradición de comprarme un libro juvenil de los que él considera «clásicos imprescindibles» en mi cumpleaños. Como sólo tengo dos años, sólo me ha regalado dos libros de este modo (La historia interminable de Michael Ende en mi primer cumpleaños y La isla del tesoro de R.L. Stevenson en el segundo), pero de vez en cuando, vamos incorporando algún libro en este sentido, como algunos ejemplares de Los Cinco que salieron en los quioscos hace un tiempo.

Los libros que me regala mi padre en mi cumple.
Los libros que me regala mi padre en mi cumple.

Hace poco además, mi prima Laura me regaló un montón de libros de cuando ella era más pequeña, de los de Barco de Vapor y similares, que han supuesto un crecimiento espectacular (ocupan todo el estante de arriba) a mi biblioteca personal. ¡Gracias Lauri!. Tengo suficiente lectura para los próximos años, aunque si sigo el ritmo de la familia, tendré que ir haciendo incursiones a la biblioteca paterna de cuando en cuando… Y yo soy de las que no devuelvo.

Lo dicho, un placer, y nos veremos de cuando en cuando, si mis obligaciones me lo permiten. Besotes a todos.

Rompiendo una lanza en favor del Tebeo

Nuestro 007 personal.
Nuestro 007 personal.

En este blog de libros no puede dejar de aparecer un breve apunte sobre los comics, aunque yo siempre los he llamado tebeos y me gusta seguir llamándolos así y no sólo a los tebeos españoles, sino también a los de superhéroes de Marvel que leía de pequeña.

Creo fervientemente en la frase popularizada a mediados de los 70 por el entonces Ministerio de Información y Turismo: “Donde hay un tebeo, habrá un libro”, y por eso pienso que no debemos preocuparnos si nuestros hijos sólo leen este tipo de publicaciones. Es una buena manera de aficionarlos a la lectura.

Aunque en la Agrupación de Profesionales del Comic se sintieron molestos con este eslogan, pues estimaron que menospreciaba su trabajo ya que estaba totalmente injustificado entrar en escalas comparativas de valores (comic = iniciación al libro: comic = menos que libro), y de hecho Carlos Jiménez, uno de los más importantes autores españoles de historietas contraatacó diciendo: «Donde hay un tebeo, habrá… otro tebeo», no creo que esto deba tomarse como algo ofensivo, sino todo lo contrario.

Zipi y Zape
Zipi y Zape

Sencillamente, para una persona (o personita) que no esta habituada a la lectura, es mucho más agradable, fácil y cómodo, leer una tira de dibujos con los diálogos en los famosos “bocadillos”, que una narración de una novela sin ilustraciones.

Incluso recuerdo unos libros para niños y jóvenes, de la Editorial Bruguera, Colección Historias, que entre medias de la narración de la novela, incluía esa misma historia pero en viñetas: Tras cada dos hojas de texto había una con las ilustraciones tipo tebeo, de tal manera que podías elegir cómo leerla, tipo novela o tipo cómic.

Y además, si nos ceñimos a la literatura infantil o juvenil para personas que se inician en el maravilloso mundo de la lectura, no creáis que hay un abanico tan amplio. Si queremos textos cortos, con ilustraciones amenas y fáciles de leer nos tenemos que limitar a libros infantiles de series como “El barco de vapor” primeros lectores, o “Alfaguara Infantil”, o ediciones similares de editoriales infantiles y juveniles, que están dirigidos a un público no mayor de 7 u 8 años y que además no tienen la misma capacidad de contar historias y aventuras que tiene un tebeo. Y conste que no es una crítica a esos libros que cumplen muy bien su función. Yo tengo la casa llena de esos ejemplares, que leyeron mis hijos en su momento. Pero no pueden cubrir el campo que cubren los tebeos.

Un paso intermedio: Libro-Tebeo
Un paso intermedio: Libro-Tebeo

Todas las aficiones tienen que entrar por los ojos y la lectura no va a ser menos. Las letras son muchos más feas que los dibujos, no nos engañemos. Y como dice el dicho: “Una imagen vale más que mil palabras”

Yo puedo aportar mi propia experiencia: Cuando yo era pequeña mi tía tenía una librería-papelería. Por aquel entonces (finales de los 60, principios de los 70) la economía española no permitía que los padres nos compraran tantas cosas como ahora y claro, libros y tebeos mucho menos. Por eso se impuso una costumbre que era que, una vez tú te comprabas el tebeo y tras haberlo leído, por una módica cantidad de dinero, lo podías cambiar por otro en una librería.

En la tienda de mi tía había muchísimas carpetas llenas de tebeos, organizadas por temas y por estado de conservación (si tu traías un tebeo viejo, no podías llevarte uno nuevo). Recuerdo haber pasado horas y horas, en un rinconcito de la tienda para no molestar, con una carpeta de tebeos en las rodillas devorando un tebeo tras otro.

tebeos

Ahora, que me considero una buena lectora (entiéndase por buena, que disfruta de la lectura y aprecia su valor como medio de entretenimiento y de culturización), reconozco la influencia tan positiva que tuvieron en mí aquellas lecturas. Por esto mismo quiero agradecer a Escobar, a Vázquez, Ibáñez y compañía, los ratos tan buenos que me han hecho pasar y la labor educativa que han realizado conmigo. Sí, educativa: Fomento de la lectura. Eso que ahora está tan de moda y parece tan difícil de lograr con nuestros jóvenes. Yo tengo la solución: Dadles un buen montón de tebeos.

Mari Juana y Sifo
Mari Juana y Sifo

Para los nostálgicos de mi época, quiero compartir con ellos este pequeño homenaje a Pumby, La familia Trapisonda, un grupito que es la monda; Pepe Gotera y Otilio, chapuzas a domicilio; Los inventos del TBO del Profesor Franz de Copenhague; El capitán Trueno; Roberto Alcázar y Pedrín; Mary Noticias y su inseparable “Bruma” ; El Jabato; Hazañas Bélicas y el sargento Gorila (a los que siempre asociaré el chicle bazoka); Sal y Pimienta; Zipi y Zape; Mari Juana y Sifo; Rompetechos; Carpanta; Anacleto, agente secreto; Mortadelo y Filemón, agencia de información; … y tantos y tantos otros que me tengo que dejar en el tintero.

Hazañas Bélicas y el chicle Bazooka.
Hazañas Bélicas y el chicle Bazooka.

Pero no me quiero olvidar de 13 Rue del Percebe, siempre en la contraportada de la publicación, y que, el próximo 6 de marzo, cumple 48 añitos de su primera publicación en el Tío Vivo. Esta macroviñeta se hizo tan famosa que hoy da nombre a una calle en el municipio de Rivas-Vaciamadrid (Madrid). De ella y sus variados personajes podríamos hacer un artículo entero. De hecho, para el que quiera más información le diré que tiene su propia página en la Wikipedia.

personajes-tebeo

En fin, creo que todos y cada uno de ellos merecerían un artículo completo, en el que por mucho que lo intentáramos, no podríamos ser breves. Pero dejo que todos vosotros los recordéis como se merecen, pues aún ahora, su sola mención nos hace esbozar una sonrisa.

10 consejos para aficionar a tus hijos a la lectura

Todos aquellos que amamos la lectura y somos padres, queremos que nuestros hijos sientan la misma pasión que nosotros por los libros. La lectura nos hace mejores en muchos aspectos, nos hace más cultos, más informados, más libres, alimenta nuestra imaginación, nos entretiene, nos hace viajar por lugares a los que nunca hemos ido, incluso por algunos que no existen.

No obstante, la afición por los libros no es innata, ni viene dado por los genes. Se adquiere a lo largo de los años, y necesita de una pauta de aprendizaje y un camino muy cuidadoso, en el que un paso en falso puede alejarnos de la lectura para siempre. Muchas veces, un libro no adecuado para nuestra edad y nivel de conocimiento puede hacernos aborrecer los libros. No sería el primer niño espantado por La Regenta o Los Intereses Creados y perdido para siempre como lector.

Todo padre quiere fomentar el hábito de leer en sus hijos.
Todo padre quiere fomentar el hábito de leer en sus hijos.

Aquí os pongo algunos consejos que creo interesantes para acercar a vuestros hijos a los libros de un modo natural y agradable, y convertirlos en futuros devora-libros como sus papás.

1.- Lee con frecuencia delante de tus hijos.

Los niños aprenden por imitación. Si ven a sus padres, que son el espejo en el que se miran, leyendo novelas a menudo, tenderán a imitarles. Difícilmente lo harán si no os ven leer. Muchos de nosotros leemos solamente el sitios donde no nos ven nuestros hijos: en el metro o autobús, en el cuarto de baño, en la cama… Hay que intentar hacerlo también en algún sitio en el que seamos visibles para ellos.

2.- Crea una biblioteca familiar, y deja que tus hijos la usen.

Es difícil que los niños acudan a los libros si no tienen acceso físico a ellos. Una biblioteca bien surtida es el sueño de todo aficionado a la lectura. Es muy grato acercarse a los estantes y pensar, ¿a ver que empiezo a leer?. Tener los libros a mano garantiza un acercamiento a ellos.

Por otra parte, no sólo basta con tener la biblioteca, sino que los niños puedan usarla. Si la biblioteca está guardada en vitrinas con llave, o los libros son objetos de culto que sólo su padre puede tocar, es lo mismo que no tenerla. Es el momento de que subas a los estantes más altos tus facsímiles, incunables y Quijotes ilustrados, y bajes a los de abajo las novelas en rústica y ediciones de bolsillo.

3.- Compra libros habitualmente, y regálaselos de cuando en cuando.

Las bibliotecas deben ir creciendo, y tus hijos deben ver que los libros no son objetos que están ahí porque los tenían sus padres desde siempre, sino que van aumentando con el tiempo. Compra libros para ti, y también para ellos. De hecho, entre los regalos habituales para ellos en cumpleaños y otras celebraciones, no debe faltar algún libro, aunque te aconsejo que lo acompañes de algún juguete, ya que si sólo reciben libros como regalos, es posible que no les haga mucha gracia.

4.- Fomenta la creación de una biblioteca infantil para tus hijos.

Aparte de la biblioteca familiar, puede ser interesante que tus hijos creen una biblioteca infantil, con sus libros. Ello les dará sensación de propiedad, lo que hará que los aprecien más, y enseñará a tus hijos a cuidarlos, ordenarlos y tenerlos a mano. Una idea curiosa es que le hagas un ex-libris con algún dibujo hecho por él y su nombre para que los peguéis en las solapas, y así personalizarlos.

5.- Léeles en voz alta a tus hijos frecuentemente, bien sean cuentos u otras historias.

Aparte de acostumbrarles a leer, el hacerlo en voz alta les enseñará a ver como se lee correctamente, con la entonación adecuada, las pautas, etc, y siempre es agradable hacer cosas juntos. Además de la sana costumbre de contarles cuentos para dormir, es importante también que se los leáis, para que vean que esas maravillosas historias que les hacen soñar no provienen de la imaginación de sus padres, sino que están escritas en los libros.

Léeles a tus hijos tanto como puedas. Les encanta.
Léeles a tus hijos tanto como puedas. Les encanta.

6.- Juega con tus hijos a que lean delante de ti en voz alta.

La segunda parte del juego anterior. Ello te permitirá corregir sus defectos de lectura, o explicarles algunas frases o párrafos que no entiendan. Es importante que os lo toméis como un juego, y no como una clase ni como una obligación, o le cogerán manía al rato dedicado a la lectura, equiparándolo a cuando les toma la lección el maestro.

7.- Visiona con tus hijos películas basadas en libros.

Las películas son elementos muy visuales, y pueden ayudar a los niños a meterse en la historia. Cuando alguna de esas películas les guste especialmente, comentadles que está basada en un libro, y que el libro incluye muchas más cosas sobre sus héroes favoritos, cosas que no aparecen en la película por falta de tiempo. No sería el primero que se acerca a los libros de la mano de El Señor de los Anillos de Peter Jackson. Hay montones de clásicos infantiles que han sido llevados al cine, y un poco más adelante, obras de ciencia ficción, poemas épicos, historias de espías, etc. El cine y la lectura van de la mano muchas veces.

8.- Cómprales cómics, tebeos y cuentos.

La gente no empieza a leer con el Quijote, sino con Mortadelo. Vayamos en progresión de aprendizaje con su edad, y no nos empeñemos en hacerles leer lo que a nosotros nos gusta, sino lo que ellos quieren. Una buena dosis de tebeos es el primer paso para leer el Ulises de Joyce. Posteriormente, hay muy buenas novelas ilustradas, que pueden hacer de puente hacia los libros convencionales.

9.- Anímales a hacerse socios de la biblioteca del barrio.

Casi siempre hay a mano una biblioteca pública a la que poder ir. Acércate con ellos y haceos socios. Suelen tener secciones infantiles, donde podéis dirigiros. Que aprenda que hay más libros que puede leer aparte de los suyos, y allí conocerá posiblemente a otros niños que también van a hacer uso de las instalaciones. Además, seguramente la biblioteca organice actividades lúdicas como Cuentacuentos y exposiciones. Es una buena excusa para hacer cosa en familia.

Las bibliotecas públicas son un buen lugar de encuentro con los libros.
Las bibliotecas públicas son un buen lugar de encuentro con los libros.

10.- Selecciona los libros acorde a la edad, madurez y gustos de tus hijos.

Esta es sin duda, para mí, la más importante afirmación del decálogo. No todos debemos leer lo mismo. Hay muchos factores a tener en cuenta. La edad es uno de los primeros filtros que debemos aplicar. Cuando los niños tienen corta edad, hay muchos libros que quedan fuera de su alcance, bien porque la temática no es adecuada, o bien porque no entenderán lo que en ellos está escrito.

La madurez del niño es otro de los factores claves. No hay por qué hacer caso de la edad recomendada si nuestro hijo es lo bastante maduro como para leer algo que se supone es para un rango mayor, y a la inversa.

Otro factor influyente es el sexo. No es que haya literatura masculina y femenina, pero muchas veces el sexo del niño influirá en sus preferencias, y no digo que debamos dirigirlas, pero sí respetarlas.

Por ultimo, respeta sus gustos. No intentes hacer un pequeño clon tuyo. Indícale y aconséjale, pero déjale experimentar por si mismo.

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