Hoy, cuando eran algo más de las dos de la tarde, la ministra de Cultura, Ángeles González- Sinde, a dado a conocer el fallo del Premio Cervantes 2010, el máximo galardón de las letras en castellano. En esta ocasión ha recaído en la novelista española y miembro de la Real Academia Española, Ana María Matute, quien a los 85 años de edad se ha convertido en la tercera mujer distinguida con este galardón en los 35 años de vida de este premio. Las otras dos mujeres que cuentan con él en su palmarés son, la española María Zambrano en 1988, y la cubana Dulce María Loynaz en 1992.
Este año partían como favoritos, además de la ganadora, Juan Goytisolo, Arturo Pérez-Reverte, Nicanor Parra y Caballero Bonald. Aunque no siempre fue así, habitualmente se respeta una ley no escrita que reparte alternativamente el premio entre Hispanoamérica y España, por lo que este año debería recaer en un escritor español, ya que en la edición de 2009 recayó en el poeta y narrador mexicano José Emilio Pacheco.
El Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes fue creado en 1975 para rendir homenaje y dar testimonio de admiración y reconocimiento, al escritor español o hispanoamericano que haya contribuido con su trabajo a enriquecer el legado literario en lengua española. A pesar de su relativamente reciente creación, está considerado como el más importante galardón de las letras hispanas. Está dotado con 125.000 euros.
Los candidatos son presentados por el pleno de la Real Academia Española, por las Academias de los países hispanos, y por los premiados en años anteriores.
El jurado se halla presidido por el ministro de Cultura y Educación de España y su composición, de 11 miembros, se mantiene siempre en secreto hasta el día que se emite el fallo. Desde su creación, el Premio se falla a finales de año y es entregado por los Reyes de España el 23 de abril -día del fallecimiento de Miguel de Cervantes – en el Paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, ciudad que vio nacer al creador de “Don Quijote”.
Entre los premiados se encuentran nombres muy ilustres a los que viene a sumarme ahora la escritora catalana Ana María Matute.
Ana María Matute Ausejo nació en Barcelona el 26 de julio de 1925, en el seno de una familia acomodada, conservadora y religiosa, siendo la segunda de cinco hermanos.
Escribió su primer relato, ilustrado por ella misma, cuando apenas contaba cinco años, tras haber estado a punto de morir por una infección de riñón. Su primera novela, Pequeño teatro, la escribió a los diecisiete años, aunque no vería la luz hasta el año 1954, cuando fuera ganadora del Premio Planeta de ese año. Pero cuando de verdad se dio a conocer en la escena literaria española fue con Los Abel, una novela inspirada en la historia bíblica de los hijos de Adán y Eva, en la cual reflejó la atmósfera española inmediatamente posterior a la contienda civil desde el punto de vista de la percepción infantil.
Considerada una escritora esencialmente realista, las novelas de Ana María Matute no están exentas de compromiso social, si bien es cierto que no se adscriben explícitamente a ninguna ideología política. Partiendo de la visión realista imperante en la literatura de su tiempo, logró desarrollar un estilo personal que se adentró en lo imaginativo y configuró un mundo lírico y sensorial, emocional y delicado. Su obra resulta así ser una rara combinación de denuncia social y de mensaje poético, ambientada con frecuencia en el universo de la infancia y la adolescencia de la España de la posguerra.
Entre su amplia bibliografía podemos citar a modo de ejemplo algunas de las últimas novelas publicadas: Luciérnagas (1993) Olvidado rey Gudú (1996) Aranmanoth (2000), o Paraíso inhabitado (2008), pero ha publicado también gran cantidad de relatos cortos y cuentos para niños.
La universidad de Boston tiene en su biblioteca un fondo llamado Ana María Matute Collection. Sus libros han sido traducidos a 23 idiomas y es considerada una de las escritoras en español más internacional.
Ingresó en la Real Academia Española de la Lengua en 1996 convirtiéndose en la tercera mujer en ingresar en 300 años. Ha recibido la Medalla de oro del Círculo de bellas artes de Madrid, en los años 2005 y 2006, y ha sido nombrada Doctor Honoris Causa por la Universidad de León.
Entre los numerosísimos premios recibidos, se encuentran, entre otros, el Planeta de 1954, el Nacional de la Crítica en 1958, el Nacional de Literatura en la modalidad de narrativa y el Nadal, ambos en 1959, el Nacional de Literatura Infantil y Juvenil en 1984 o el Nacional de las Letras Españolas a toda su obra en el 2007. Ahora se suma a esta lista el prestigioso Premio Cervantes 2010.
Desde aquí vaya nuestra más sincera enhorabuena por este merecido premio. Muchas felicidades.